lunes, 29 de septiembre de 2008

ENTREVISTA A LILIANA SCHWINDT, Diario El Popular, Domingo 24 de Agosto de 2008.


"En José compruebo una gran falta de escrúpulos: no le hace asco a nada".Dice del Intendente que tiene pocos escrúpulos y se muestra con los que criticó. Y que las grandes empresas "siguen de fiesta" en Olavarría. Del presidente del HCD que "debería irse y formar otro bloque". De Duhalde que "es el más preparado para gobernar". De Menem que "regaló el patrimonio del país". Liliana Schwindt, concejal y esposa de Domingo Vitale.


Es concejal en un deliberativo muy generoso en mujeres. A los 45 años, Liliana Schwindt se considera en un crecimiento político que la proyecta hacia el futuro. Aunque está flaca de referencias nacionales: la crisis de los partidos la deja en una oscilación entre dirigentes del peronismo crítico que deberá resolver a las puertas del 2009. Con una profunda preocupación de género, en estos días regresó de España donde participó del encuentro "Mundo de Mujeres", una ONG que abarca los cinco continentes. Y no se privó ni de la marcha del orgullo gay. Las mujeres en la Argentina -dice- están presas de "una ley de Cupo que discrimina". Y "no pasan del Concejo Deliberante. No hay ciudades grandes gobernadas por mujeres. Son los pueblos chicos que a los hombres no les interesan y mandan a las hermanas o a sus mujeres". Ella milita en consonancia con su marido, Domingo Vitale, un dirigente justicialista histórico.
Nació en Colonia Hinojo y no se despegó hasta los 20. "Era un mundo muy seguro, donde estaba todo a mano y se conocía todo el mundo. Crecí escuchando el idioma y comiendo huesos de cerdo con chucrut y torta rusa". Pero a la vez "se sufren muchas postergaciones: el transporte, la comunicación... para que llegue la banda ancha hay que hacer un milagro".
Los estudios en un colegio de monjas dejan marcas y recuerdos como fuego. "Yo recuerdo que escuchaba 'pasaron los militares para Monte Peloni'. Estaba tan cerca... y yo quería saber pero no se hablaba, no se hablaba de nada. ¿Marcas? En algunas cosas para mal. Todo lo que tiene que ver con la sexualidad, por ejemplo. Hay represiones que las fui superando con la curiosidad y por mi carácter. Para otras cosas me aportó el orden, ser disciplinada en la vida..."
-¿Y en la fe? ¿Cuáles fueron las consecuencias?
-Tuve varias etapas. Primero estuve bastante renegada con la iglesia. Estuve muchísimo tiempo sin entrar. Después entrás a mirar la fe desde otro lugar. A practicar el cristianismo en todos los ámbitos de tu vida lo que no implica tener que ir a misa. Desde mi tarea de trabajadora social yo he hecho todo lo posible para resolver los problemas de otros. Cuando trabajaba en Oncología había un medicamento que sólo se conseguía en Uruguay y un paciente lo necesitaba. (El doctor) Martínez me dijo '¿Liliana te animás?' y yo me tomé un micro y me fui a Montevideo. Años después me encontré a ese muchacho en una zapatería. En mi casa se practica eso en la política y en el trabajo. A mí un día un cura me dijo que yo no podía comulgar porque estaba con un hombre divorciado, que se había casado por iglesia y que había roto ese compromiso. Así que cuando me dio esa noticia, desde ese día lo cumplo a rajatabla, acá y en la China. Ahora siempre me pregunto por qué comulga Lilita Carrió, que también rompió su compromiso...
-Usted se preocupa por temas de género en la política: ¿considera que su condición de mujer ha sido un obstáculo en algún momento?
-La traba que he sentido tal vez tiene que ver con ser la mujer de alguien que está en la política.
-Claro, digamos que usted no es distinta: llegó de la mano de...
-Lo reconozco. No sé si me hubieran dado el lugar si no fuera la mujer de Mingo. Lo que pretendo es que el día de mañana me voten por mí.
-Si las mujeres intendentes no abundan, ¿ha pensado en aspirar al Ejecutivo?
-Nunca me lo planteé. Pero no me desagradaría. Si uno no ocupa los espacios otro los ocupa por uno. A mí hoy me preocupa renovar mi banca en el 2009. Pero soy consciente de que si estás en la política estás para todas las cosas. Y fundamentalmente para cambiar el destino de muchos.
-En Olavarría hay una historia de política de matrimonios. Y ustedes forman parte. ¿Le parece interesante mezclar las cosas?
-No lo veo mal ni creo que a la sociedad le haga mal, mientras que tengan condiciones y la gente los vote. Silly y Mario Cura han sido votados. Y hay que aprovechar si hay uno que tiene acceso al poder. Por qué no.
-Pero hay casos en que termina estando toda la familia...
-Bueno, eso es problema de conciencia de cada uno. Si hacés las cosas bien y la gente te responde no hay problemas.
-Usted sabe que la sociedad está fragmentada en sectores; ¿conoce a un sector que se solidarice con otro?
-Bueno, ya hubo gente del campo en una marcha por la muerte de un chico.
-Parece ser que estuvo Norma Urruty, un momento, en el inicio de la marcha. Eso no es compromiso de la gente del campo.
-Pero es un indicio de que va a cambiar. Ojalá no nos toque ver otra vez a la gente en la calle con hambre. Pero si nos toca yo voy a estar y le voy a hacer acordar a la gente del campo que tiene que estar. Yo creo que algo cambió después del conflicto. Pero todo es parte de lo que es esta sociedad y de los manejos mediáticos que le lavan la cabeza a la gente todo el día. Es una sociedad enferma, donde las chicas buscan modelos en las mujeres de Tinelli. Con una cosificación espantosa de la mujer. Hay que legislar sobre eso. Hay cosas que se veían en los shows cabareteros y los hombres pagaban por eso. Ahora se ven en la tele. Es verdad que hay medios que son grandes corporaciones que están en manos de gente a la que el país no le importa nada, con intereses económicos que van más allá de los gobiernos.
-Bueno, todo eso es una lamentable rémora de Menem, alguien a quienes ustedes quisieron y apoyaron.
-Tuve una interna en mi casa por estas cuestiones. Siempre estuve en contra de las privatizaciones salvajes. El patrimonio del país se regaló.
-¿Le da crédito todavía a José Eseverri o ya se lo cortó?
-Yo le quiero dar más crédito. Esperarlo. Pero veo mucho anuncio y poca gestión. El Hospital no está funcionando bien: si yo no denunciaba lo que pasaba con el tomógrafo todavía estaba sin andar. Neonatología no funciona y hay que mandar los chicos a Cemeda. ¿Cuánto le cuesta eso al Municipio? Salud Mental no existe. Trabaja con una sola persona. Yo estoy alertando sobre los problemas que vamos a tener con la ludopatía y no hay estructura para atender. No hay prevención de la salud. Hay calles por donde no se puede transitar. ¿Y dónde está el Intendente? Yo no sé qué está haciendo y soy concejal... imaginate la gente de a pie.
-Usted que fue eseverrista de Helios, ¿cómo analiza ese empeño de José por diferenciarse del padre?
-Tiene la oportunidad de enojarse con su papá ahora que está muerto. Cuando vivía no se enojó con él. Y hablo estrictamente de lo político. Nunca le salió a discutir antes. El usufructuó de ser hijo de Eseverri cuando hizo política. Y lo han aprovechado bastante porque la hermana es jueza. A José le he comprobado su falta de escrúpulos. No le hace asco a nada. Yo lo escuché argumentar a favor de una alianza con López Murphy, lo escuché criticar a los varones del conurbano y después lo veo en los mismos palcos que ellos. Que eran malos cuando estaban con Duhalde y ahora son buenos.
-Caramba, parece que ya no le deja crédito, definitivamente...
-Es que hay mucho discurso sobre defender a la ciudadanía pero lo concreto es que las grandes empresas siguen de fiesta acá. Nadie las controla y la prueba más grande es el camión en Calera Avellaneda, ¿alguien supo lo que pasó? ¿Alguien sabe lo que se quema en esos hornos de las cementeras y de las caleras? ¿Se controla? Y la máxima prueba me la dio que mientras Montoya le labraba actas a Ferrosur por evasión -y no eran dos pesos- se sentaba con los dueños Camargo Correa en la embajada de Brasil a resolverle los problemas a ellos, porque en definitiva los tipos quieren sacarse de encima los clubes y él los va a comprar. Tampoco controla a Coopelectric, ni les dice señores ¿para qué están? Las obras de agua las hace el municipio, y ellos se sientan todos juntos en una connivencia sin antecedentes a estudiar cómo nos aumentan el agua. Eso es vergonzoso.
-¿Qué es lo que más la frustra de la política?
-No poder resolver los problemas de la gente. Tantas injusticias que pueden resolverse fácilmente pero desde el lugar de concejal no se puede. Hay días en que siento que no puedo cambiar nada.
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Entrevista de la periodista local Silvana Melo a la Concejal Schwindt publicada en el Diario El Popular el domingo 24 de agosto de 2008.

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